Elettra De Salvo

Tras la gran oleada migratoria de trabajadores de los años sesenta, fueron los jóvenes quienes se marcharon a Alemania. Entre ellos se encontraban sobre todo las llamadas “chicas rebeldes", hijas de las revoluciones sociales y culturales que recorrieron Europa e Italia tras la Segunda Guerra Mundial.

Elettra De Salvo, actriz, directora teatral y moderadora, llegó a Fráncfort del Meno en 1979 y se instaló en Berlín desde 1992, donde sigue viviendo y trabajando en la actualidad.

También ella, como los demás "chicos rebeldes", vivía en un limbo: por un lado, era consciente de que existía un mundo diferente fuera de Italia; por otro, experimentaba la realidad italiana, a menudo retrógrada y conservadora.

En particular, De Salvo vivía con un padre autoritario y filofascista, un general del ejército que la matriculó desde muy pequeña en la Deutsche Schule, la escuela alemana de Roma.

Sin embargo, frecuentar esos círculos ejerció sobre ella una fascinación totalmente distinta de la que esperaba su padre: cuando llegó a Alemania, se enamoró del carácter liberal y progresista de esa sociedad. Era joven, mujer, con muchas ideas en la cabeza. Quería trabajar, sentirse plena, tener la libertad de realizarse como persona.

Decidió seguir su pasión y convertirse en actriz, pero no quiso asistir a ninguna academia. De este modo, se fue acercando poco a poco a los márgenes más extremos del teatro experimental. Comenzó con obras de nicho, incluido un monólogo teatral sobre una actriz y bailarina de Berlín , tras lo cual sus proyectos fueron cada vez más ambiciosos.

Alemania le abrió la puerta para vivir la vida que deseaba.

Hoy, además del teatro activo, se dedica a la enseñanza , brindando seminarios y cursos para jóvenes recién llegados a Berlín, ofreciéndoles consejos y formación para sus carreras.

Testimonio recogido en colaboración con Lorenzo Colantoni y el proyecto "Italianos de Europa - Italianos de Alemania" realizado con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional.